En un comunicado, Martin Kobler subrayó que es responsabilidad de los líderes detener el baño de sangre y proteger a los ciudadanos.
Kobler se refirió a los niños pequeños han sido quemados vivos en coches y a la gente muerta al salir de las mezquitas.
“Esto va más allá de lo inaceptable. Es responsabilidad de los políticos actuar inmediatamente y emprender un diálogo para resolver el impasse político y ponerle fin a esta situación”, puntualizó.
El enviado señaló que el pueblo iraquí ya ha sufrido demasiado y que es preciso lograr la paz sin más demora.
Advirtió que Iraq caerá en una espiral desconocida y peligrosa si no se toman medidas urgentes.